Bueno,
bueno angelitos ¿Cómo estáis? Yo disfrutando de unos días libres por fiestas y
puentes aunque ya se me acaban jajajajaja, días que por supuesto he aprovechado
al máximo para leer y si todo va bien además de la reseña de hoy espero subiros
otras tres más, todo a su tiempo. Pero bueno vamos a lo importante y es que el
libro que hoy os traigo me ha encantado. ¿Empezamos?
• Título: Igual te echo de menos que de más
• Autor: Olga Salar
• Editorial: Cristal
• Páginas: 240
Cuando Olimpia se da de bruces
con su pasado, presiente que sus problemas no han hecho más que empezar. Allí
estaba él, mirándola fijamente con sus ojos negros, sin previo aviso y más
atractivo todavía de lo que recordaba. Y Olimpia que creía que lo había superado...
Como ella es una optometrista de lo más profesional, está dispuesta a probarse
todas y cada una de las lentes correctoras que ha ido acumulando a lo largo de
los años: las de los “sueños rotos”, las de la “venganza”, las de la “solitaria
estabilidad” y las de “la ilusión”. Pero no se decide a probar esas que llevan
por marca Dale Otra Oportunidad. Menos mal que en esta montaña rusa que es la
vida estará acompañada por sus estupendos jefes, Gerardo y Arturo, parientes de
“su pasado”, su inseparable amiga Lola, quien sufre el ataque de las malditas
hormonas, y su hermano Nico, un Dj enemigo de la pena que está deseando poner
ritmo a la banda sonora de su futuro. En Igual te echo de menos que de más
palparás lo vivo que permanece el pasado en ese lugar que llamamos “recuerdo”,
y cómo somos capaces de distorsionar su reflejo con el transcurso de los daños
y la colaboración imprescindible de un corazón recompuesto con celo de color
rosa.
Ya de
por si lo primero que me llamó la atención en cuanto pude conseguir mi ejemplar
es la preciosa portada y ese título, que
puede parecer de primeras uno normalito pero que en cuanto te vas adentrando en
la historia, en sus páginas cobra de repente un gran sentido tanto que cuando
acabé pensé, Olga
no podría haber reflejado mejor la historia con otro título. Y es que leer a
Olga es éxito asegurado todas sus historias contienen dosis de buen humor y
diversión que no te dejan indiferente y es que otra cosa no se pero reír he
reido un rato largo.
En sus
páginas nos encontramos con una historia de amor pero no solo eso, de superación,
de amistada, de nuevos comienzos… y es que hay tantas cosas que van surgiendo que
hacen que no puedas dejarlo porqué con cada giro de página hay algo nuevo algo
más que te hace seguir.
Y es que
el amor y la amistad son dos lazos muy fuertes y potentes en la historia.
Olimpia
soltó una risilla nerviosa.
—¿Por
qué mi vida no puede ser de color de rosa?
—No lo
sé, cariño. Ojalá encontraras a tu príncipe azul para compartir con él
amaneceres naranjas y amarillos.
Como
principales tenemos a Olimpia (me encanta el nombre es super original) y
a Martín que no pueden ser más opuestos tanto en carácter como en personalidad.
Y es que ya en el prologo nos presenta los comienzos de la historia diez años
antes cuando ambos eran solo unos críos que empezaban a vivir el mundo y ¿donde
comienza eso?, así es en la universidad. En ese pequeño paréntesis ya podemos
vislumbrar mucho de ambos aunque como he dicho es solo una imagen porque cuando
volvemos a reencontrarnos con ellos ambos ya son adultos y descubrimos como han
ido sus vidas que cambios han vivido.
Olimpia
es para mi una mujer fuerte, de ideas claras, y porque no gran carácter. No le
gusta recibir ordenes, ni la gente que se siente superior, y además descubrimos
de ella un rasgo que para mi me es muy familiar seguro que como a algunos, y es
que la pobre tiene una gran imaginación, habla mucho y de pequeña le dieron un
muy buen consejo: como hay cosas que mejor no decirlas pues ella se tomó en
serio el consejo y está siempre escribiendo lo que piensa en libretas, hojas
que al final acaban desperdigadas por su casa, su trabajo…, para descontento de
su hermano, ya que viven juntos. (Aquí un fragmento de uno de sus pensamientos que
además me hizo mucha gracia)
Creo que Marisol estaba equivocada con
aquello de que la vida es una tómbola. Que lo fuera implicaría que siempre se
gana algo; ya sabes, sino es un pito, una pelota. Y no es así. Aunque, puestos
a buscar un símil, yo me quedo con una peonza. Gira y gira y lo que te mantiene
en vilo no es conocer tu premio, sino saber cuándo y dónde parará…
Es una
mujer independiente, decidida, pero que por un episodio del pasado, que tiene
que ver con Martín su primer amor, le cuesta volver a creer en la idea del
amor, y la confianza.
Trabaja
en una óptica y a su vida llegan cambios que no esperaba cambios que le traen devuelta
a Martín que además viene dispuesto a ponérselo difícil.
Por otro
lado tenemos a Martín
es ya un hombre de éxito, de ideas muy claras que desde el principio nos
muestra cuales son sus intenciones respecto a Olimipia y es que él no ha vuelto
a España solo para ampliar su amplio negocio de ópticas o para ser su jefe sino que vuelve dispuesto a
reconquistarla
Su
historia de amor es una de perdones, de nuevas oportunidades y de confianza
—No
quiero dormir. Quiero que me beses.
—No, no
quieres que lo haga. Estás confusa, eso es todo.
—Estoy
bien y no pienso dormirme hasta que me beses —insistió ella
—De
acuerdo, pero con una condición. Ayúdame a ponerte esto.
Buscó
el camisón y lo alzó—. Y te daré el beso que me pides.
{…}
—¿No
quieres besarme?
—Mucho.
Ese es el problema.
Ella
sonrió.
—Creo
que he bebido demasiado porque yo también quiero mucho.
Surgen también
a lo largo de toda la novela muchos personajes secundarios que quieras o no te
llegan al corazón y se vuelven tan importantes como los principales. Y es que
ese es otro don que tiene Olga y es que todos los personajes te llega, te
transmiten alguna emoción no importa quienes sean todos tienen una parte
importante en la historia. Nos encontramos con Nico el hermano de Olimpia que a
su vez entra la historia de su hermana nos va contando la suya propia cosa que
me ha encantado, también está Lola la mejor amiga de Pía su marido Mario y su
peque Adrián o la pareja gay de sus jefes Gerardo y Arturo que he amado y que son como unos segundos padres para Pía.
La
novela se lee muy fácilmente, es ágil de leer como he dicho me ha encantado que
mezcle la trama con las historias de Olimpia y Martín y la de Nico y Natalia. En este caso me
han llegado a gustar más las escenas íntimas de esta última y su historia me da
para pensar si Olga
les hará una historia propia
Para concluir
y como único dato que cambiaría es que quizás
se me ha quedado algo corta y no es algo tan negativo sino como dato ya que me
hubiera gustado saborear más la historia, la trama. Es una historia muy bien
escrita con personajes con fuerza y cuando encuentro ambas cosas me gusta que la
historia se alargue más.
En
resumen Igual
te echo de menos que de más es una historia preciosa, que te atrapa
de principio a fin y que no querrás soltar hasta haberla acabado, y que cuando
lo hayas hecho te pongas a pensar quiero más.
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