El verano de 1995 comienza como cualquier otro. Entre las tardes en la piscina, las noches inundadas por el sonido de los grillos y el aroma de los limones, los minutos pasan deprisa. Hasta que llega el día que todos ansiaban: la acampada cerca del embalse que marca el fin de las horas de sol, tradición que mantienen desde hace cuatro años. Pero esta vez tendrá un sabor agridulce: todos comenzarán el último curso en el instituto y saben que no volverán a vivir un verano igual. Lluvia es la persona más alegre de Valdesa, el pequeño pueblo donde ha vivido toda su infancia. Ama a su abuela Gracia por encima de todo y le encantan las noches de agosto. A pesar de ello, algunos la miran con desconfianza, como si supieran algo que a Lluvia se le escapa. Como si nadie comprendiera qué se esconde bajo su apariencia caótica. Por suerte, Lluvia siempre ha contado con la amistad incondicional de Paula y Lucas, el cariño de su familia, las historias de Gracia y la compañía del limonero, el guardián de la casa. Ante un futuro incierto, los conflictos de la adolescencia y la necesidad de buscar sus propias respuestas, Lluvia inicia el último curso en el instituto. Para encontrarse a sí misma, tendrá que tomar decisiones importantes y deberá aprender a despedirse de su pasado.Los limoneros también resisten las heladas · Sara Cantador · Neo · 407 · 18,90€
Leí
a Sara anteriormente con su otra novela, La playa y me cautivó su forma de
narrar, de describir emociones, sentimientos y de crear personajes que son
capaces de meterse tan adentro. Así que cuando me enteré de que tenía un nuevo
proyecto no dudé y me lancé de cabeza a leerlo en cuanto me llegó. Y ya os
adelanto que ha cumplido con todas mis expectativas.
Viviremos
las aventuras de un grupo de amigos la mar de peculiar, en Valdesa, un pueblito
de Toledo. Aunque Lluvia es la clara protagonista de esta historia, nada sería
igual sin Lucas, Paula, Olivia y Aarón. Todos deberán enfrentarse a lo largo de
la novela a las decisiones y dudas que les irán surgiendo durante su último año
antes de elegir que camino seguirán en relación a su futuro. Deciden pues vivirlo
al máximo, por lo que no puede faltar su tradicional acampada veraniega en el
lago. Lugar donde Lluvia comparte con sus amigos, las leyendas y la magia que
su abuela Gracia, un personaje que os robará el corazón, le cuenta. Ante ellos
estará el año tal vez más complicado por lo que representa, deberán
reencontrarse a si mismos, hacer frente a complicaciones y conflictos que
surgirán entre ellos y con sus respectivas familias, pero como un año, como
quien dice, da para mucho, la amistad, la familia, el amor, la lealdad y la
búsqueda por descubrir quienes son en realidad, serán los pilares que
sostendrán a este grupo de amigos.
Es
una novela cargada de misterios, que logrará que muchas veces recordemos ese
cambio que muchos hemos vivido ya, donde termina una etapa de nuestra vida y
comienza otra, con todos los retos y miedos que eso conlleva.
La
autora consigue con sus descripciones tan bien cuidadas que el mismo pueblo se
transforme en un personaje más, que acompañará a los chicos en ese año de transición.
Es una historia fresca, con toques de magia que la hacen ser muy especial y con
personajes que se meterán muy dentro del corazón de los lectores. Y que hará
reflexionar a más de uno.
Si
tuviera que destacar algún aspecto que no me haya terminado de convencer ha
sido el final y las preguntas que quedan en el aire. Pero por lo demás es una
novela que he disfrutado muchísimo de descubrir.
Los limoneros también resisten las heladas sin duda es una historia para dejarse llevar. Donde recordar la importancia de la familia, la amistad y el reencontrarse a uno mismo. Valdesa, Gracia, Lluvia, los limones y ese grupo de amigos tan peculiar no harán otra cosa que robaros el corazón.
PUNTUACIÓN: (4/5)
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que no sé cómo afecta a los limones, pero escuché varias veces que "las naranjas más dulces son las que soportaron más heladas"... y crecer tiene algo de eso.
La portada es hermosa y la historia se ve interesante.
Gracias!